por Patricia Juárez Vázquez
Los destellos pieles brillantes están por todos lados no tengo que caminar muy lejos para darme cuenta que los corazones purpura están más cerca, que muchas más se suman por el hambre del saber de millones de maneras y conceptos.
No tengo miedo a mostrar las cicatrices de las manos que soltaron el dolor de un padre ausente y atesorar lo valioso que es cada día aferrarme a la de una madre llena de destellos para seguir brillando y luchando pues de ella aprendí que la vida no solo son rosas ni tampoco espinas es lo que en la tierra se cosecha y trabaja que sin importar que flor nazca cada mañana del jardín siempre será una nueva respuesta o una nueva oportunidad.
Me di cuenta que entre las aulas también existen pieles jóvenes y brillantes que me mostraron que la inteligencia no se mide por los números si no por el deseo de aprender y que incluso no aprender a la primera no está mal que preguntar, cuestionarme nunca se verá como un signo de debilidad que la opinión de las pieles ajenas no es lo ideal que las comparaciones entre el amor propio con el de las demás no se mide de la misma manera y jamás será igual.
Millones de pieles desnudas recorren nuestro alrededor a veces suelo pensar en la idea de cuantas batallas, roces, quemaduras o toques impropios han vivido y si el placer en ellas se le han permitido. Al principio me abrumaba la idea de no encontrar a alguien con pieles similares que el brillo tenue era algo mío pero en el camino me di cuenta que tenemos una enorme diversidad que las cicatrices aunque son hechas del mismo corte o por la misma arma no son iguales pero eso nos hace hermanas de alguna manera.
Entre abrazos sororos encontré que no debo ser de ninguna forma que no sea fiel a mí misma pues de muchas maneras me aceptan que en nuestro corazón purpura están lo que de verdad nos une, nos pinta verde y violeta lo que me hace sentir segura de muchas maneras incluso de caminar en la acera.
Viajera entre mundos, expositora de sueños y navegante de historias.
Patricia Juárez Vázquez vive en el Estado de México. Tiene 26 años. Espera en un futuro mejorar su escritura y la lectura.
Le agrada mucho compartir sus nuevos descubrimientos y aprendizajes en espacios seguros como Lunáticas. Amante de la escritura creativa, fiel creyente del poder de las letras. Su hogar está en los espacios feministas, pues la han ayudado a confiar en sus letras. Siempre busca con sus relatos y escritos mostrar diferentes perspectivas, crear empatía ante situaciones vulnerables y dejar algún mensaje en ellos.
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